Kol es un conejo increíble.
Me encanta verle correr después de pasar toda su vida en una urna.
Parece tan feliz. Y es muy confiado, se acerca a ver si le das algo,
se deja a cariciar y coger.
A veces se asusta y pega unos saltos increíbles pero la mayoría
del tiempo es muy tranquilo.
No es tan grande, solo pesa 2 kilos pero tiene unas orejotas enormes.
Me tiene loquita. Es que es muy guapo y muy bueno.
Kol también sabe posar.
Kol necesita una familia que le cuide y le de el cariño que no ha tenido
nunca. Se lo merece todo.