En cuanto se ultimen los últimos detalles, el pequeñín va a hacer un viajecito desde Tarragona hasta Madrid (un viajecito que yo no he hecho nunca, por cierto, que suertudo es).
El odio nunca se extingue por el odio en este mundo; solamente se apaga a través del amor. Tal es una antigua ley eterna. Verdaderamente felices vivimos sin odio entre los que odian. Entre seres que odian, vivamos sin odio.
¡Arenito tiene pinta de simpático! No sé porque le faltaban pretendientes, con lo lindo que es!!!
Mi novio quería adoptarlo para que hiciera compañía a nuestra Kayla hasta que al final nos decidimos por Milú.
Ahora a cuidarlo como a un rey que se lo merece.